Nuevos formatos que llegaron para quedarse
Debo confesar que cuando empezó la pandemia me tomó por sorpresa. Nunca imaginé cuánto duraría ni la forma en la que cambiaría mi vida. A nivel laboral y al igual que la mayoría, tuve que adaptarme rápidamente al teletrabajo, las reuniones vía zoom y las coordinaciones por WhatsApp, entre otra larga lista de cosas que surgieron durante los más de cien días que duró la cuarentena.
Lo mismo sucedió con nuestros clientes. Muchos tuvieron que enfrentar grandes cambios de la noche a la mañana. Dejar de lado los formatos tradicionales para apostar por el e-commerce y toda aquella herramienta o solución digital que les permitieran seguir operando.
A algunos les costó más que a otros, porque mientras un grupo de clientes ya los había ido incorporado de a pocos en sus operaciones antes de la crisis sanitaria, otro tuvo que empezar prácticamente de cero. Pero esos no fueron los únicos cambios por los que tuvieron que transitar. También se vieron obligados a repensar la forma en la que se comunicaban y apostar por formatos nuevos, ajenos a ellos.
No fue fácil, porque muchos tenían un perfil bajo y seguían prefiriendo los anuncios en los periódicos, los videos tradicionales y los libros impresos o sus versiones en PDF. Sin embargo, durante ese proceso de transformación o reinvención, recibieron la asesoría de nuestra agencia y, como hace diez años, dimos vida a sus ideas y las desarrollamos desde la estructura hasta la diagramación, pero esta vez con una forma mucho más visual, disruptiva y pensada exclusivamente para las plataformas digitales.
Con el transcurrir de los meses, aquellos clientes que se resistían a apostar por nuevos formatos, comprendieron que hoy más que nunca es importante tener presencia, por ejemplo, en redes sociales, no solo porque en la actualidad las personas pasan una mayor cantidad de horas conectadas a internet, sino porque, además, es la forma más rápida y directa de tener contacto con sus stakeholders, mantenerlos informados de sus próximos pasos y darles, si es necesario, algún consejo o tip.
Así, abrieron sus propias cuentas en Linkedln, Facebook y Twitter para sentar posición o compartir información que consideran valiosa. Los clientes también apostaron por los videos animados y gifs, que les permiten llegar de manera masiva a otro tipo de público; o los mailing cuando necesitan realizar algún anuncio importante a sus clientes y equipos. Además de las piezas y los boletines interactivos, a los que también se sumaron las primeras ediciones de sus libros en versión digital, buscaron otros productos que ya se asomaban, pero tímidamente hasta hace un año atrás, y que sin duda llegaron para quedarse, pues les brindan a ellos, nuestros clientes, la oportunidad de comunicarse de otra forma, más atractiva, menos especializada, pero a la misma vez más directa y cercana.